sábado, 19 de enero de 2008

Dos mil ocho

Nos volvemos a encontrar querido diario virtual. 28 de Agosto marca la ultima anotación en esta bitácora de mi viaje vital.
Solo quería avisarte que estoy vivo, pero creo que deberías buscar un mejor puño para que rellene tus páginas. He pasado por unos meses de excesiva felicidad, si ya lo sé, ambos sabemos que es raro. Pero podemos decir que la vida me sonríe. Tal vez hoy me detengo a escribir porque me ha tocado un día raro, una especie de burbuja que me permite retomar aquella prosa nostálgica y melancólica que tanto nos caracterizaba. Debo advertirte que no es algo que me suela pasar muy a menudo, es por eso que no quiero despertar falsas esperanzas de relleno masivo.
La soledad encendía mi pluma, trenzaba en un duelo a muerte mis dedos y mi teclado, podía elevar los conflictos cotidianos a escalas épicas. Hoy no logro hilvanar dos palabras, debe ser por culpa de aquello que los normales llaman Amor. Siempre hay un precio que se debe pagar por conseguirlo, supongo que este es el mío...
Saludos querido Blog, voy a darme una vuelta de vez en cuando, y prometo no llenarte de frases cursis y palabras que rimen con amor (aun me mantengo en mis cabales)

Nos encontramos a la vuelta de cualquier esquina.