Vayamos por partes: sigo vivo, estoy más pelado, un poco más afectado intelectualmente, un tanto menos sociable, todavía tengo algunos amigos pero no creo superar sus expectativas.
Por otra parte, querido blog, el facebook te esta queriendo arrebatar tu trabajo, es la sensación, todos tienen uno, todos hablan de él, publico notas allí muy de vez en cuando. No llores, lo mismo le pasó a la maquina de escribir y un poco antes a la pluma y el papel. Son momentos, hay que saber disfrutarlos.
Igualmente he seguido observando a las personas, noté que tan estúpidas se ven intentando llamar la atención del resto. Vi como las relaciones se desgastan, como todo aquello que construimos tan sólidamente, en cuestión de segundos puede llegar a derrumbarse, vi nuestras caras todas juntas pidiendo un cambio, una renovación, algo que ayude a esquivar la rutina, las obligaciones para con los otros, el estúpido sentimiento que nos lleva a hablar del clima con las persona que aguarda el colectivo junto a nosotros, nunca esperé nada revelador de esas charlas, pero aun así no puedo evitarlas.
Sigo temiéndole a la soledad, solo que hoy no lo oculto. Es un maldito defecto que no creo ser capaz de cambiar. Acabo de cumplir 24 años, lo se, a la vista de todos es poco, pero siento que cada vez hay menos tiempo para lo que disfrutamos, tiempo que utilizamos para.... ni idea, pero no está. Aquel que sepa donde se esconde que me avise, prometo recompensar.
Damián
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