Hace dos meses creía que me iba a morir de inanición, debido al estado de indigencia al que iba a entrar por la crisis mundial, pero luego me olvide del tema. Hace poco más de un mes lo supe, la plaga del apocalipsis era el dengue, estábamos destinados a morir todos. Hospitales que tenían gente con los sintomas y no los declaraban, el primo de un conocido de un amigo que se lo diagnosticaron. El Aedes aegypti era el martillo de Tor. La mano derecha de Lucifer que venia a hacernos pagar por todos nuestros pecados. No podíamos zafar de esta, todo estaba dicho, solo quedaba despedirnos de nuestros seres queridos y esperar el fin, pero...
Hace poco mas de quince días todo cambio radicalemente, el dengue resulto ser una especie de anginas comparado con el gran mal que asechaba a la humanidad. El diario de un lunes relego al dengue a un misero recuadro comparado con las quince paginas que ocupaba la tumba de la sociedad moderna: "La gripe Porcina", conocida también como "La influenza H1N1". No podiamos salvarnos de esta se expandía por todo el mundo, las potencias estaban preocupadas, la presidenta cancelo los viajes a Mexico, ERA EL FIN, me compre mi barbijo y esperé, aún sigo esperando...
Mientras tanto, el paco sigue matando a píbes, la policía hace lo suyo también, un barrabrava llega a la guardia del hospital, un hombre le pega a su esposa, otro llora por el hambre de su familia, en una habitación de casa rosada algo huele a coima y una fabrica despide a trecientos obreros. Pero no me importa, yo tengo mi barbijo.
3 comentarios:
En el Jardin estamos encontra del barbijo y del paragua tambiem, simbolo individualista y producto del capitalismo con vistas al cielo gris. Nuestros saludos desde el pasto alto. Que siga el rock y roll, tambien, que a tantos chicos y chicas divierte en las tarde de calor como la de hoy.
Apasionante, ha recreado la época renacentista no sólo en sus costumbres sino en su sistema de pensamiento. Le imprime un ritmo sostenido al relato así como al impecable manejo de la intriga --sin soslayar el humor y la ironía-- que convierten a Este Relato , y a su autor, en una impactante revelación.
Saludos!
Interesante e incesantemente verborrágico. ¿Has tardado menos de 10 minutos en escribirlo, verdad?
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