Afuera llueve, me acuerdo de cuando el techo filtraba y la noche se hacia larga,
Era cuando todo era mas difícil y no había una mujer para dormir abrazado.
Ahora que ambos problemas están solucionados se siguen sumando otros,
Tal vez por naturaleza estemos destinados a saltear problemas,
O a cambiarlos por otros con mayor relevancia.
Me acuerdo cuantas veces pensé que “Ese” problema iba a ser el ultimo,
Y siempre vino uno más original y complejo para suplantarlo.
Pueden llegar a las diez de la mañana o a las ocho de la noche,
Nunca se anuncian y amenazan con desbancar la calma.
Pero los idiotas sabemos que nunca el suicidio es una salida.
Y es verdad que uno nunca termina de recuperarse
Todavía le sigo temiendo a las noches de lluvia
Y que el brazo se estire y no la encuentre a mi lado.
Quizás la vida solo se resuma a eso:
A tapar goteras y conseguir mujeres.
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