martes, 25 de mayo de 2010

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Lunes 24 de mayo de 2010 04:50 hs, si a un día de este bicentenario del orto, faltan exactamente 44 horas 8 minutos para que la gente festeje, ¿como?… no se, fuegos artificiales, himno, desfile militar o abrazo y Choripan.

Se acaba de ir la visita, mi compañera duerme, y estoy por hacerle compañía en breve, pero estoy en un estado que preferiría esperar un poco para dormirme. Me siento en la PC, veo que el msn quedó abierto, instintivamente lo abro, amigos (5/232) móvil (1/5), la gente que queda a esta hora solo puede ser: un preadolescente, uno de turno en emeca, una computadora que quedo prendida con un dueño que cayo fusilado de cansancio en la cama, una novia despechada revisándola el mail a su novio una noche de insomnio o un melancólico borracho. Es la hora de los que están de vuelta, en todo sentido, de la noche, de la vida, de problemas, de pajeros. Al igual que un llamado a las cinco de la mañana solo puede ser equivocado o malas noticias, una ventanita de dialogo que titila a las cinco es una persona que se siente sola, que lo que mas desea en el mundo es hablar con alguien, son los borrachos que quedan en los boliches, son personas a las que algo raro le está pasando por la hermosa cabeza, y están esperando que les hables, o serán solo computadoras de cansados olvidadizos, o trabajadores de emeca o yo, estupido incrédulo , que “lo deje abierto porque llego un amigo”, yo, maquiavélico bribón, que cree mirarlo todo desde arriba, y olvido que también aparezco en otro msn conectado a las cinco de la mañana, que a su vez dice “mirarlo todo desde arriba”. Acto inmediato: “archivo, cerrar sesión”-X-Word

Todos Hemos Caído

Nunca hay Zumbido a las 05:12 para invitarte a una orgia, lo aseguro…Nunca.

viernes, 7 de mayo de 2010

Ja, Ja, Ja!!!


Recientemente en una de mis visitas al baño, ojeando un libro de Pepe Muleiro olvidado en un estante del bajo pileta, me di cuenta de que hace años que no escucho un chiste. De que no me rodeo de esas personas que vienen sin preámbulos y te dicen: “Había un argentino, un yankie y un inglés en…”. Me asombró dicho pensamiento, es algo en lo que no había reparado hasta ahora.

Y esto no quiere decir que me rodeo de gente aburrida, al contrario, creo que convivo con personas que piensan que la vida es un enorme y bizarro chiste. De historias de vida que, al igual que las películas de Wes Anderson, al contarlas son más graciosas que en el momento mismo en que acontecen, con escenas de carcajada y seguidillas de momentos amargos, de eterna celebración de la vida y temporadas en el infierno.

Enorme coágulo de soledades que al encontrarse forman un cáncer. De música, de libros y alcohol, de mate, de risa y de bronca, de eterna confrontación con uno mismo y con todo lo que nos rodea. Brindo por este inmenso ejército de cómicos sin un solo chiste en su haber y de la triste cantidad de mortales que se irán sin conocerlos.

A todos ellos mi más sincero agradecimiento…y…

“Mamá, mamá, en el colegio me llaman Loreal.

¿Por qué, hijo?

Porque yo lo valgo.”