miércoles, 7 de marzo de 2012

ANOBIUM PUNCTATUM

Grnch, grnch!! Hay veces en que

todavía creo sentirlo,

hubo una época en que diminutas larvas

se comían mi techo.

Asquerosos gusanos blancos que

dormían de día y por las noches

despertaban voraces para arremeter

contra los tirantes, encima de mi cama.


La música de fondo de mis

veinte minutos antes de dormir,

se tornaba insoportable las noches de insomnio.

Grnch, grnch!! Aquellos condenados se comían

mi techo y yo nada podía hacer.

Cada vez mas propensas a caerse, aquellas maderas

eran el centro de mis preocupaciones.


Al igual que las goteras, hoy las larvas han

desaparecido, por las noches solo escucho

el metálico sonido del reloj despertador.

Pero hay ciertas noches, aquellas en las que reina el

mas absoluto de los silencios, en que los puedo sentir,

Grnch, grnch!! De nuevo aquellos asquerosos gusanos

comiéndome el corazón.

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